LA HORA EN LA BIBLIOTECA
“Quiero cuentos
Historietas y novelas
Pero no las que
Andan a botón
Yo las quiero de la mano
De una abuela
Que me las lea
En camisón”
De “Marcha de
Osías”. María Elena Walsh
Seguimos conociendo a la escritora
Ema Wolf.
Con “Pobre Lobo” nos divertimos,
ahora conoceremos a Matilde y una oveja que generó un gran conflicto.
Para poder dormirse, Matilde se puso a contar
ovejas. Dentro de su cabeza se figuró un cerco de alambre tendido en el medio
del campo.
Las ovejas empezaron a saltar por encima del
alambre. Todas en orden, como deportistas entrenadas.
—Una, dos, tres, cuatro —las contó Matilde.
Eran blancas y espumosas. Igualitas. Olímpicas. Saltaban sin equivocarse.
—Cuarenta y dos, cuarenta y tres —seguía
contando Matilde y bostezaba. Hasta que algo pasó y fue a causa de la oveja 99.
Cuando le tocó el turno de saltar, se paró a tomar impulso. Estaba un poco
gorda. No era nada ágil.
Las ovejas que venían detrás se la llevaron
por delante y perdieron el ritmo.
—¡Dale, saltá! —le dijeron.
Ella se puso nerviosa.
—¡No puedo!
Las otras protestaron.
—¡Eso te pasa por comer tanta pasta frola!
—¡Cuánto más me digan, menos voy a saltar! —se
encaprichó la 99.
Después empezó con que no iba a saltar porque
no se le antojaba, no porque no pudiera. Las ovejas discutieron a los gritos.
Unas se pusieron de su parte, otras dijeron que era una arruinatodo. Entre dos
le hicieron pie para que cruzara pero terminaron todas en el suelo.
Después quisieron pasarla empujándola por el
pompis, pero les dio tanta risa que la soltaron. No había caso. No podían con
ella.
Entonces una oveja fue a buscar ayuda o algo.
Encontró una grúa de las que se usan en el campo para apilar bolsas de maíz.
¡Eso iba a servir!
Volvió donde estaban las otras, manejando la
grúa a lo loco. Y así fue como la cruzaron: en grúa. A la 99 le encantó. Se
balanceaba en el aire como un piano. Las demás aplaudían y gritaban.
Sólo que con tanto escándalo Matilde se
desveló y tuvo que empezar a contar de nuevo.
—Uno, dos, tres...
Pero se le hizo largo y se durmió recién al
amanecer: todas las demás ovejas quisieron cruzar el cerco en grúa.
Este cuento lo encontrarás en el libro “Los Imposibles” de Ema Wolf -
Editorial Sudamericana - Colección: Pan flauta
.
DESPUÉS DE LA LECTURA
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